Sorprendentemente, el pasado miércoles el Director General del Medio Natural, suspendió una reunión que estaba señalada para el pasado día 26 de marzo, con los representantes de la Federación Canaria de Caza, Federación Insular de Caza de Tenerife, Federación de Gestión Cinegética de la isla de Tenerife, dando como excusa y en el último minuto, que al parecer no había tiempo pues había de acudir al Parlamento de Canarias, donde se estaba celebrando un Pleno muy importante.
Sin embargo ya al día siguiente, se sabía que se había mantenido por dicha persona a la misma hora aproximadamente, una reunión a la que asistieron miembros del Cabildo Insular de Tenerife con competencias en materia de caza.
Estaba presente el "sabio biólogo" anticaza, que se ha propuesto erradicar o al menos intentar impedir, la caza de algunas de las especies cinegéticas que señala la Ley de Caza de Canarias, concretamente la codorniz y la tórtola. Casualmente es el mismo objetivo que tiene la organización SEO BIRD LIFE.
Para este año 2014, su intención o al menos presunta intención, es prohibir la caza de la codorniz en la isla de El Hierro, con lo que esta especie ya no se podría cazar en ninguna isla.
Además de ello las intenciones volcadas en documento, señalan como casi una imposibilidad las repoblaciones de perdices en las islas, pues se "exige un informe de impacto ambiental de carácter insular, al considerarse que esta especie es "alóctona", es decir introducida en Canarias, a pesar de tenerse constancia de su presencia en datas históricas del siglo XVI.
Este mismo personaje, es el que organizó el pasado año, la reunión de "sabios universitarios que declararon la guerra al conejo silvestre" dándole el carácter de exótico, alóctono, introducido y perjudicial para la flora endémica canaria. Las datas históricas detallan la presencia del conejo en Canarias, desde el mismo siglo XVI y su caza ha sido una seña más, de la cultura canaria con el podenco y el hurón.
Por su parte, casi no queda títere con cabeza, pues la caza mayor según sus criterios, debe desaparecer con las especies a erradicar el muflón en Tenerife y el arruí en La Palma. De esta forma pronto y si no le damos coto a sus desmanes, nos vamos a tener que dedicarnos a cazar moscas los más de 20.000 cazadores canarios.
Por parte de los cazadores, ya se están haciendo gestiones al más alto nivel, para tratar de "atajar las pretensiones de personajes como estos que se han aupado a un sueldo seguro en la administración" y usan dicho puesto para promocionar sus ideas anticaza, y sacar adelante los proyectos sin aportar pruebas de sus conclusiones. Todavía se está esperando que el Gobierno de Canarias, aporte los informes que en junio de 2013, le llevaron a tomar al Consejo de Caza de Canarias, la prohibición de la caza de la codorniz y la tórtola en Tenerife. O no existen o son tan insuficientes, que dan la callada por respuesta a los miembros del Consejo que lo han solicitado.
Llegan épocas difíciles para los cazadores, y nunca mejor es conveniente estar lo más unidos que se pueda, para evitar ser un fantasma del pasado y vivir de los recuerdos, de cacerías no muy lejanas.
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