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martes, 5 de febrero de 2013

DENUNCIADA Y DETENIDA UNA PERSONA POR MALTRATO ANIMAL

Según información obtenida, se trata de una persona que era propietaria de algunos perros de caza, quien los arrojó en un Barranco del municipio de Arona. En el lugar según los informes, se encontraban varios perros de raza podencos y de perros de pluma (Pointer).

En los hechos intervino la unidad del Seprona, que levantó acta de denuncia contra uno de los propietarios, que fué identificado y que al parecer se trata, de un vecino de dicho municipio.

Esta clase de personas que realizan estos actos con sus propios perros, solo se merecen que les sea aplicada con todo el peso, la Ley de Protección de los Animales y que pague caro sus actos indeseables hacia los perros, sean de la raza que sean, y aun más con sus propios perros de caza que seguro le habrán hecho pasar buenos ratos.

Precisamente este tipo de actos, está considerado como infracción muy grave:

. Son infracciones muy graves:
  1. La organización, celebración y fomento de espectaculos de peleas de perros; de tiro al pichón y demás actividades prohibidas en el artículo 5.1.
  2. La utilización de animales en aquellos espectaculos, fiestas populares y otras actividades que sean contrarios a lo dispuesto en esta Ley.
  3. Los malos tratos y agresiones físicas a los animales.
  4. El abandono de un animal doméstico o de compañía.
  5. La venta de animales a laboratorios o clínicas sin el cumplimiento de las garantías previstas en la normativa vigente.
  6. Los actos que supongan crueldad, maltrato o sufrimiento, no simulados, en la filmación de escenas con animales para cine o televisión.
  7. El incumplimiento, por los establecimientos de venta de animales de las obligaciones sanitarias que pesen sobre ellos, por aplicación de la presente Ley.
  8. La organización de peleas de gallos que incumplan lo establecido en la presente Ley.

    En esta ocasión el maltrato ha sido provocarles la muerte tan cruel como arrojarlos al barranco y dejarlos allí hasta que se pudran.

    Una organización ecologista fue quien dió la pista a la Guardia Civil y según parece fué sorprendida esta persona después de un seguimiento.

    La sanción en estos caso puede estar entre 1.500 y 15.000 euros  de multa.

    Muy decepcionado tiene que estar esta persona de sus perros, o muy mal lo tiene que estar pasando en cuestiones económicas, pues si por las causas que fuesen, no podía atender más a sus perros, siempre habrá un amigo que se haga cargo de mantenerlos. Tambíen podría haberlos entregado en algún refugio de animales, o en última instancia recurrir a una eutanasia en manos de un profesional.

    Malo malo es este comportamiento para todos los cazadores, pues ahora pagarán justos por pecadores. Solo resta decirles a nuestros lectores, que afortunadamente no todos los cazadores somos así, puesto que la inmensa mayoría cuidamos adecadamente a nuestros perros.

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